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martes, 5 de enero de 2021

- El Santuario de la Virgen de El Cisne

Ya pudimos llegar al Santuario de la Virgen del Cisne, en Loja. Desde mi llegada al Ecuador vi que la devoción a la Virgen del Cisne era muy extendida en todas las parroquias de Quito y no solo de los nacidos en Loja, 

Ella, conocida popularmente como "la churonita" (por su hermosa y amplia cabellera de rizos) es invocada y querida en todo el Ecuador.

El Santuario de la Virgen de El Cisne se encuentra a 70 kms al noroccidente de Loja, en las estribaciones de Fierrohurco, en la Cordillera Occidental de los Andes, a 2.440 ms de altitud.

En su interior se venera la imagen de la Virgen, que fue tallada en cedro en el siglo XVI, por Diego de Robles, y desde 1594 es venerada por devotos nacionales y extranjeros. 

Sus devotos superan los 5 millones de fieles al año, que se reúnen en una procesión que comienza desde el templo hasta la ciudad de Loja donde termina con una celebración eucarística en la catedral central de la ciudad. Toda Loja dedica seis meses al año a peregrinaciones, misas y fiestas con música en honor a la Virgen del Cisne o más conocida como La Churonita.

Las peregrinaciones empiezan el primero de mayo, por el mes de María, con la sesión del cabildo ampliado de Loja en el Santuario. En julio se intensifican las visitas de fieles hasta llegar en agosto a unos 300 000.


El templo es imponente en sí y mayor grandiosidad le da su ubicación en la cumbre de una escarpada montaña y rodeado de modestas construcciones tradicionales. 



La construcción del templo estuvo a cargo del presbítero Ricardo Fernández, la obra de  construcción comenzó en el año 1930 y terminó en 1934, se planificó su estilo ojival, con estilo gótico y de color celeste, la excavación del lugar y la construcción de las bases..

Romería de La Virgen del Cisne

Es una multitudinaria romería de tres días que se realiza cada 17 de agosto desde su santuario El Cisne hasta Loja, es una de las más grandes de América

Mucha devoción, peregrinaciones, largas caminatas, celebraciones religiosas: nada es sacrificio cuando se trata de acompañar a la Virgen del Cisne en el recorrido hacia Loja.

Sus devotos preparan sus corazones semanas antes para honrar a la Virgen, una de las advocaciones más famosas de Ecuador y fuertemente venerada en el mes de agosto.

Todo es poco cuando la fe es grande. El templo de la Catedral de Loja, año tras año, se hace pequeño para recibir a la gran cantidad de católicos que quieren acompañar a la ‘Churona’, y la plaza central de la ciudad sureña se transforma en un segundo templo al aire libre.

Colocado en la cima de una escarpada montaña, lo cual le hace aún más majestuoso, el santuario proyecta su impoluta blancura a través de los rosetones de piedra, los gruesos muros de cantería que circundan la plaza sembradas de sobrias cruces talladas por hábiles maestros, los indescriptibles diseños arrancados a la esencia mineral de la sólida estructura, las puntiagudas torres de complicadas figuras afiladas, los barandales entregados al vientos de los Andes, los entrelazados arcos que desafían a la ley de la gravedad y las figuras protectoras de mitológicos gárgolas medievales.

Historia: En 1594, esa zona del Cisne fue azotada por una severa sequía y plagas en los sembríos, circunstancia que provocó hambruna a los moradores del lugar, quienes desesperados decidieron abandonar los predios.

Ante ellos, se mostró entonces la imagen de la Virgen María, quien les pidió levantar allí un templo y les prometió ayudarlos para tener comida todo el año. Y así ocurrió. Se construyó la iglesia de la Virgen, la lluvia llegó, los campos reverdecieron y acabó con el hambre.

La Romería de la Virgen del Cisne se realiza cada 17 de agosto, cuando la madre de los Lojanos emprende un largo periplo desde su santuario hasta la catedral de la capital provincial de Loja y se queda ahí hasta el 1 de noviembre. 

La procesión Se lleva a cabo es impresionante, pues son miles de personas que caminan cumpliendo los tradicionales votos y todos pugnan por la suerte de cargar la imagen un momento durante el trayecto de 74 kilómetros que se recorren en tres días.

La imagen hace su primer alto en la hacienda "la Bendita", donde el servicio religioso ofrecido renueva la fe y repara las fuerzas necesarias para continuar el viaje hasta "San Pedro La Bendita", el segundo alto. En cada parada la Virgen es cambiada de ropa.

Junto a la ruta espera Monterrey, el ingenio azucarero donde nuevas plegarias se suman a las miles de peticiones y gracias solicitadas a la Virgen. Otra misa con los que siguen la más grande romería de América, permite seguir acrecentando la devoción por lo realizado y por lo que aún les depara el camino. 

Al llegar a Catamayo, donde la alegría se trastoca en fiesta, el júbilo depara para los asistentes unas jornadas preparadas durante un año para rendir culto a la soberana de sus corazones. Al salir de Catamayo, nuevamente la Virgen es cambiada de ropa y se realiza otro servicio religioso de rigor, con el que están más cerca de la capital provincial. 

La imagen de la Virgen del Cisne ingresa a Loja la tarde del 20 de agosto para presidir la gran festividad religiosa, comercial y agrícola que desde 1824 se realiza el 8 de septiembre, según lo dispuso el Libertador Simón Bolívar en su visita a Loja en octubre de 1822 y que fue ratificado después mediante un Decreto Supremo de julio 1829.

Una vez en Loja, la Virgen es colocada sobre el altar mayor de la Catedral, hasta el 1 de noviembre, cuando sea llevada nuevamente a su santuario en el Cisne.

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