Ingapirca es el lugar sagrado de la ocupación Inca en el Ecuador. Es considerado como el sitio arqueológico precolombino más importante del país y el conjunto arquitectónico inca mejor conservado del Ecuador. Ingapirca, ubicado en el sur andino del Ecuador, en la provincia de Cañar, es un complejo arqueológico de origen inca. Se encuentra localizado a una altura de 3.160 ms, y a una distancia de 90 km al norte de la ciudad de Cuenca.
Ingapirca es una
palabra kichwa que significa “muro o pared del Inca”. Esta construcción es una
magnífica muestra de lo que fue la cultura cañari-inca. Tiene una extensión de
cuatro hectáreas y fue un importante centro religioso, político, científico,
militar y administrativo durante la conquista inca.
Este
importante centro arqueológico cuenta con piedras perfectamente talladas y
unidas con mortero natural. Aquí se realizaron ceremonias y rituales de la
cultura Cañari-Inca. También tuvo fines estratégico-militares. Las ruinas están
integradas por un cementerio, observatorios solares, caminos, depósitos,
aposentos de sacerdotes y una plaza indígena. Ingapirca nos ofrece una
increíble visita al pasado, conociendo la cultura Cañari e Inca. Maravíllese
con los diferentes modos de construcción de los templos, así como la precisión
de los cálculos solares y sistema acueducto.
La estructura mayor del Complejo de Ingapirca es el denominado templo que tiene una forma elíptica y que servía para la adoración de los dioses y como observatorio. Está conformado por el muro oval y lo que queda de los palacios, el patio interior, la gran plaza y los cuarteles.
De forma elíptica, está construido encima de una gran roca al cumbre de una montaña. El edificio principal está construido al estilo inca sin mortero, pero en algunas partes sí aparece, pues usaron el mortero para estabilizar sus muros.
Las
piedras de los muros incas fueron cuidadosamente cinceladas y modeladas para
encajar perfectamente. En la parte superior del Templo del Sol hay una pequeña cámara,
que ahora está casi derruida. En su origen la cámara estaba colocada de manera
que en los solsticios la luz del sol caería atravesando el centro de la puerta.
• La función de
Ingapirca, según estudios actuales, fue religiosa. El adoratorio sirvió para
rendir culto al Sol y el resto de sus espacios estuvieron en función de la
cotidianidad inca. La bondad de la agricultura calificada como un don generoso
fue agradecida con ceremoniales y fiestas como el Inti Raymi, que se celebra
anualmente en torno al solsticio de junio.
• Los recorridos en
el interior de la Ruinas de Ingapirca se realizan con la ayuda de guías,
nativos o mestizos, que explican al visitante la función de esta impresionante
construcción. Al caminar entre
los corredores, flanqueados por gruesas paredes de piedra almohadilla, se
distinguen los cuartos que sirvieron como dormitorios y grandes salones del
Inca, muchos de los cuales, fueron restaurados.
• Esta Joya
pre-colombina que significa “Muro del Inca”, es el templo de los dioses que sirvió
para rendir culto al dios Sol, construida en piedra almohadilla que
está ubicado en la parte más alta y fue construido en el siglo XV por el
inca Huayna Cápac sobre las ruinas de los indígenas cañaris.
Las ruinas de Ingapirca fueron excavadas y restauradas por una Misión Arqueológica de España entre los años 1974 y 1975. Esas investigaciones dieron origen a varias publicaciones de los arqueólogos José Alcina, Miguel Rivera y Antonio Fresco.
Las ruinas de Ingapirca están integradas por un cementerio, observatorios solares, caminos, depósitos, aposentos de sacerdotes y una plaza indígena. En Ingapirca las edificaciones se encuentran elaboradas de piedras perfectamente talladas y unidas con mortero natural.
En el complejo
arqueológico, se destaca principalmente el Templo del Sol o Castillo,
considerado como el núcleo principal del lugar. Además, este templo posee una
plataforma ovalada a diferencia del resto de asentamientos que se disponen en
formas circulares.
Ingapirca es un sitio
de visita obligatorio ya que forma parte del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino.
Además, Ingapirca concentró a la cultura cañari (500 dC.) y unió a diversas
culturas a través del Tahuantinsuyo y se convirtió, al igual que Machu Picchu
en el Cuzco (Perú), en símbolos del poder de la civilización Inca.
La cultura Cañarí
Tan solo poco antes de la llegada de los conquistadores españoles los incas habían sometido al pueblo cañari y, de hecho, las ruinas Ingapirca formaron una fortificación mezcla de las civilizaciones inca y cañari, lo que es visible a través del sitio.
Aunque el verdadero objetivo del sitio no se entiende completamente, la ciudad debe haber jugado un papel militar como fortaleza para dominar los Andes de lo que hoy es Ecuador Norte y el sur de Colombia. El diseño de puma de la ciudad y la forma de media luna del sitio reflejan la civilización cañari, mientras que el templo del sol y sus muros incas reflejan la cultura inca. La chacana o cruz del sur es el principal símbolo de los cañaris, ya que en cada una de sus puntas se conectan los elementos de la vida, según el testimonio que se recoge de los ancestros cañaris.
Ingapirca nos ofrece
una muestra del pasado y nos permite conocer la cultura Cañari e Inca.
Sorpréndete con las diferentes técnicas de construcción de los templos, así
como la precisión de los cálculos solares y el sistema de acueducto.
Las tierras de lo que hoy son las provincias de Azuay, y Cañar
estaban pobladas por los Cañaris.
Cuentan los viejos que un tremendo diluvio
inundó la tierra, de manera que no quedaron mas que dos sobrevivientes: dos
hermanos varones que alcanzaron a subir a la cumbre de una montaña y guarecerse
en una cueva que estaba en lo mas alto.
Adoradores del Sol incas, adoradores de la Luna
cañaris
Se dice que el Inca Túpac Yupanqui durante las campañas de expansión del
imperio inca a través del sur de Ecuador conoció a la tribu cañari “Hatun
Cañar” y se casó con la princesa cañari Paccha, dando nacimiento al futuro inca
Huayna Cápac en la ciudad de Pumapungo (hoy Cuenca),
fusionando así las civilizaciones cañari e inca. De este modo, los incas
dominaron a los cañari y decidieron resolver sus diferencias y convivir
pacíficamente. El pueblo cañari había construido este complejo para el inca
Huayna Cápac. Cambiaron el nombre a la ciudad y mantuvieron la mayor parte de
sus costumbres individuales separadas. Aunque los incas eran más numerosos, no
exigieron que los cañari renunciaran a su autonomía. Como en otras importantes
ruinas incas, en Ingapirca se construyó también un sistema sofisticado de
acueducto subterráneo para distribuir el agua por todo el complejo.
Las religiones de los incas y los cañaris eran muy diferentes: los incas
eran adoradores del sol, mientras que los cañaris eran adoradores de la luna.
Supuestamente la forma redondeada del sitio refleja la media luna. Como una edificación
de culto que era, la gente tenía numerosas celebraciones rituales en el
complejo. Supuestamente, se utilizaron grandes cantidades de una bebida
fermentada (chicha) en estas festividades. Como adoradores del sol y la Luna,
trataron de estar tan cerca de sus dioses como fuera posible.
En el año 1582 Fray Gaspar de Gallegos, párroco de San Francisco de Peleusí de Azogues, ciudad cercana al sitio, escribe lo siguiente: "Se llaman generalmente los cañares, porque tres leguas de aquí está un pueblo que se llama Hatum Cañar que quiere decir en la lengua Inca "La provincia grande de los cañares"; y allí dicen que en tiempo del inca Huayna Cápac había grandes poblaciones de indios y que allí era la principal cabeza de estos cañares; y así parece, porque en el día de hoy hay grandes y muy suntuosos edificios, y entre ellos una torre muy fuerte...".
No se sabe a ciencia cierta cuáles fueron los fines para los que fue construido este edificio de origen Inca-Cañari. El único criterio en que coinciden varios historiadores y arqueólogos es que fue construido bajo las órdenes directas del que fuera inca Huayna Cápac, durante las campañas de expansión territorial y conquista de pueblos que el inca Túpac Yupanqui, su padre y antecesor como emperador del Tahuantinsuyo, iniciara años atrás hacia los territorios que hoy comprenden el sur del Ecuador.
Al parecer jugó un gran papel dentro de las estrategias militares incas,
como puesto de avanzada y aprovisionamiento de las tropas hacia el norte del
Ecuador, pero su más importante objetivo era, el de ser un lugar de adoración y
veneración al sol, el máximo dios inca, constituyéndose así en una Coricancha, dedicada al ritual Inca.
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