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martes, 3 de diciembre de 2019

- Zuleta y Angochagua, camino del Inca


La parroquia rural de Angochagua está conformada por seis comunidades (Chilco, Cochas, Zuleta, Angochagua, Rinconada y Magdalena). Angochagua está ubicada en el sur-oriente de la provincia de Imbabura y al sur del cantón de Ibarra. Hace cerca de tres años que se fortalece el turismo rural y comunitario como un eje central de desarrollo.
La riqueza del lugar está marcada por los paisajes naturales, verdes montañas, una variedad de flora y fauna, ríos y cascadas, además de las diversas actividades a realizar en las comunidades como la Ruta del Bordado, pesca deportiva, cabalgatas, senderismo, turismo comunitario, visitas a emprendimientos artesanales y degustación de la gastronomía típica del lugar como la trucha, borrego asado y más.
Localizada en el corazón de la avenida de los volcanes en Ecuador Zuleta tiene impresionantes paisajes. Visitamos este valle, repleto de coloridas parcelas, ubicado en el territorio que ocupó el antiguo pueblo Karanki.
Su privilegiada ubicación le asegura un clima templado durante todo el año, con días luminosos y abrigados. Por sus misteriosas pirámides preincaicas, sus raíces coloniales españolas y por ser el hogar de dos ex presidentes del Ecuador, Zuleta es el entorno perfecto para conocer la cultura ecuatoriana y sus tradiciones. Se encuentra a una altura entre los 2.500 ms y los 2.900 ms.
Historia del lugar:
En la época pre-histórica (1746 aC): Los depósitos de ceniza del volcán Cayambe, la evidencia de la tala de bosques y la quema de carbón, son indicadores de la presencia de asentamientos y cultivos. Otros indicios de ocupaciones son cultivos de maíz y quinoa hallados en las áreas cercanas al Cunrro y cerámicas en La Chimba.
Los Caranquis. (1500 a 700 aC). Los pueblos conocidos como caranquis, construyeron en toda la región, incluyendo Hacienda Zuleta, extensos montículos elevados de tierra llamados pirámides caranquis. Fueron gobernados por un complejo sistema de caciques, que eran leales a un jefe supremo, a quien pagaban tributo.
El Volcan Quilotoa. (1260 aC). Se cree que la masiva erupción del Quilotoa causó un importante desplazamiento de la población que vivía al norte de Quito, fruto del cual se construyeron alrededor de 60 pirámides en las áreas ocupadas por estos nuevos asentamientos, incluyendo Zuleta. Probablemente sirvieron como vivienda para el jefe gobernante de la región y como centro ceremonial para las comunidades circundantes. Los arqueólogos se refieren como tardío al período asociado a la aparición de estas construcciones.
Guerra con los Incas: (1500 dC). En el intento de expandir su imperio, a finales del siglo XV la invasión de los Incas fue feroz. A pesar de haber formado alianzas para defender su territorio, los pueblos caranquis fueron derrotados en la batalla de Yahuarcocha o lago de sangre, donde según los cronistas perdieron la vida alrededor de 50 mil guerreros caranquis. La evidencia de la dominación inca se puede ver actualmente en las fortalezas llamadas pucarás. Para este momento, se cree que las pirámides de Zuleta habían sido ya abandonadas.
Sus pirámides caranquis, que son las segundas mejor preservadas del Ecuador, fueron ocupadas por los Incas y colonizadas por los españoles. Son un reflejo viviente de la historia de esta región que fue un refugio de la actividad volcánica, un lugar ceremonial para los caciques caranquis y un emplazamiento agrícola privilegiado para Incas y españoles.
La ruta del cordero asado
El aroma de la carne de oveja que se cuece sobre las brasas se ha vuelto común en la vía Ibarra-Zuleta, en Imbabura. Desde hace un año, este platillo, que habría iniciado como una estrategia turística en los Llanos del Alba, en Pesillo, en el vecino cantón Cayambe en Pichincha, se ha popularizado en esta ruta. 
A lo largo del ramal alterno, que conecta a Imbabura con Pichincha, por la zona sur oriental, se ha instalado medio centenar de paradores que ofrecen comida típica. Pero el gancho son los nuevos menúes, como el cordero asado, la trucha o pollo a la plancha. 
En la carta también hay platos tradicionales, como cuy asado, caldo de gallina de campo, yahuarlocro, colada morada con empanadas, entre otros.
Restaurante "LA Tulpa". La Magdalena, Zuleta
En la Carretera de Ibarra a Cayambe a la Magdalena
La Tulpa presentando sus nuevos platos como pollo a la canasta y borrego a la piedra ven a probar nuestros platos te esperamos.
“Ven a visitarnos en el restaurante La Tulpa en Zuleta ven a degustar de nuestros platos típicos y de nuestro plato estrella el borrego asado y siéntete como en casa” dicen en su Facebook. Reservaciones al contacto: 0968236702.
Asado de borrego o borrego asado.
Una nueva oferta gastronómica se ha promovido en los últimos meses a propósito de las oportunidades de emprendimiento que ha generado la nueva vía asfaltada Ibarra-Zuleta-Olmedo-Cayambe; se trata de los asados de borrego que ha proliferado entre La Esperanza y Olmedo; iniciativas de servicios de alimentación que algunas familias han impulsado para captar economía gracias al aumento gradual del flujo vehicular de los viajeros provenientes de Quito especialmente en fines de semana y feriados.
Esta es una oportunidad para darle identidad gastronómica a la ruta, que se sumaría a las ya consolidadas ofertas en los otros cantones y parroquias de Imbabura, tales son así los cuyes en Chaltura, las fritada en Atuntaqui, carnes coloradas en Cotacachi, el Yamor en Otavalo, y el hornado; bien podemos añadir a esta lista el exquisito “asado de borrego” y dar una razón más para que visite esta zona.
Un detalle a mencionar como común denominador entre estas preparaciones en Imbabura es que como guarniciones y aderezos que las acompañan siempre estarán presentes productos como el maíz, sea en tostado, mote o choclo; y la papa, cocinada con cáscara, pelada, en tortilla o en puré.
Para brindar este servicio se han implementado restaurantes en casas tradicionales en Zuleta, La Magdalena y Olmedo, pero también puestos provisionales de comida en carpas al aire libre a los costados de las vías, existiendo alrededor de siete puestos de comidas; y aunque no todos los emprendimientos cuentan con la infraestructura básica para atención adecuada al cliente, se debe dar crédito a las familias que han tomado la decisión de invertir sus recursos y esfuerzo a esta nueva alternativa de alimentación y apoyar sus propuestas para mejorarlos en calidad de ambiente, servicio y producto; esto ya es un pretexto más para mejorar la economía local.  
La carne de borrego asada es una buena fuente de proteína, hierro y fósforo. Al no usar en su preparación gran cantidad de grasa, es un alimento saludable. Al servirlo como se acostumbra, con papas en salsa de maní, incrementa su valor nutricional debido a que aporta carbohidratos, ácidos grasos esenciales, calcio, magnesio, fósforo y potasio, nutrientes necesarios para una buena función cerebral.
Forma de Preparación: Luego de sacrificar al animal, se lo limpia completamente y se parten sus huesos. Normalmente para el asado se utilizan las piernas; se las condimenta con un aliño de ajo, sal, comino y hierbas aromáticas y se lo expone a la brasa de carbón para que se ase. El resto del borrego generalmente se utiliza para hacer sopas, aunque también puede asarse el borrego entero. Dependiendo de la dimensión del trozo de carne la cocción puede demorar entre 2 y 3 horas.
Plato fuerte. Se trata de un borrego entero o en pedazos grandes cocinado generalmente sobre una parrilla en brasa de carbón. Se sirve con papas también asadas, o cocinadas, acompañadas con salsa de maní.
Con el incremento de la producción ganadera, sobre todo la lechera, han disminuido notablemente los espacios para la crianza de ovejas y borregos.
La recuperación del borrego debería estar ligada a la introducción de sistemas de cría agroecológicos, que eviten el impacto que estos animales pueden tener en el entorno. Si se los maneja adecuadamente, pueden ser muy beneficiosos.
Este elemento se ha vuelto un complemento a los bordados artesanales, que han dado fama a este valle, repleto de coloridas parcelas, ubicado en el territorio que ocupó el antiguo pueblo Karanki. La habilidad de los campesinos para elaborar nuevos platillos incluso permitió establecer la ruta gastronómica del cordero asado, explica Fausto Giraldo, subdirector de Turismo y Cultura de la Prefectura de Imbabura.
Esta es una de las siete propuestas para atraer a los visitantes a la ‘Provincia de los Lagos’. Las otras están vincu­ladas con actividades culturales, deportivas, místicas, naturales y de aventura. Los emprendedores coinciden en que esta nueva actividad productiva empezó a finales del 2015, luego de que la Prefectura reemplazara con asfalto las piedras que cubrían la ruta. La mayoría de locales que ofrecen servicio de comida son iniciativas familiares y, sin embargo, cada fin de semana atraen a más turistas.
Para visitantes como Juan Basantes, quien llegó desde Ibarra, este producto es novedoso, delicioso y a un costo módico. El menú, que incluye papas cocinadas, mote y ensalada, oscila entre USD 4 y 5. Según la temporada, también incluye una entrada con habas y mellocos cocinados o chochos con maíz tostado. “Mientras los ecuatorianos prefieren platillos como el borrego asado, los foráneos solicitan menúes tradicionales, como sopa o arroz de quinua”, asegura Juan Guatemal, pionero de turismo comunitario en la comunidad indígena de San Clemente. 
Como la mayoría de campesinos, está contento con este ‘boom’ que les ha permitido dar un valor agregado a sus productos. “Antes solo criaban borregos para venderlos a precios muy bajos en los mercados de las ciudades”. El fenómeno, sin embargo, ha originado una mayor demanda de la carne de oveja.
La mujer habla mientras vigila que la carne no se queme sobre los rojizos carbones. El entusiasmo también contagió a las autoridades de la parroquia de Angochagua. En ­esta área, casi todos los establecimientos se concentran en las parcialidades de Zuleta y La Magdalena. Es por ello, que se están desarrollando talleres de capacitación en torno a cocina básica, atención al cliente, protocolo y etiqueta. El objetivo es que todos ofrezcan un servicio de calidad a los comensales, indica el técnico de Turismo de Angochagua. 
Hay una propuesta de la Junta Parroquial de Angochagua para que estos locales sean el punto de partida hacia cinco senderos que cruzarán por las comunidades, explica el especialista. Por lo pronto, desde la mitad de la semana los propietarios de estos sitios se alistan para recibir a la marea de visitantes de fin de semana, que ahora se han vuelto parte del paisaje. Otros como Ermenegildo Sandoval, en cambio, construyen nuevos paradores -utilizando madera, ladrillo y teja- ­para sumarse al negocio.
La Hacienda Zuleta mantiene hoy en día, vivo el legado del ex presidente Galo Plaza Lasso y su familia, que combinó los ideales liberales con avances económicos para construir una comunidad que, sin perder el orgullo de sus tradiciones indígenas, integre la innovación con una visión de futuro.
En Zuleta de diciembre a junio se presentan lluvias ocasionales; de julio a septiembre el clima es más seco y caliente, permitiendo disfrutar una excelente vista de las montañas que la circundan. En octubre y noviembre el clima puede variar. Las noches tienden a ser nítidas, dejando ver el cielo lleno de estrellas, perfectas para disfrutar una copa de vino junto a la chimenea o en una fogata.





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