La Basílica
del Voto Nacional, también llamada de la Consagración de Jesús
es un templo de estilo neogótico situado en el centro histórico de la ciudad de Quito .
Por sus dimensiones y estilo está considerado como
el templo neogótico más grande de América. Se ubica en el sector conocido como Santa Prisca,
en las calles Carchi y Venezuela, junto al convento de los padres Oblatos. La Basílica del Voto Nacional continúa siendo uno de
los símbolos más reconocidos y queridos por los habitantes de Quito, quienes
saben que están a las puertas del Centro Histórico más grande y mejor
conservado de América Latina cuando las altas torres de la Basílica aparecen en
el horizonte.
La Basílica del Voto
Nacional surgió de la idea de construir un monumento como perpetuo recuerdo de
la consagración de la República de Ecuador al Sagrado Corazón
de Jesús, planteada por el padre Julio
Matovelle, diputado de la República en 1883.
El proyecto fue
contratado en Francia por el arquitecto francés Emilio
Tarlier, que ya había tenido experiencia en construcciones similares
en España, Francia e Inglaterra.; quien inspirado en la catedral
parisina de Notre Dame,
hizo los planos entre 1890 y 1896.
El presidente Luis Cordero Crespo expide el decreto para iniciar los trabajos el 23 de julio de 1883; aunque en la práctica se ejecutó durante la presidencia de José María Plácido Caamaño, quien ratificó el decreto el 5 de marzo de 1884.
El presidente Luis Cordero Crespo expide el decreto para iniciar los trabajos el 23 de julio de 1883; aunque en la práctica se ejecutó durante la presidencia de José María Plácido Caamaño, quien ratificó el decreto el 5 de marzo de 1884.
Para la financiación de
la obra, el Congreso Nacional, y de acuerdo a la ley de presupuesto de ese año,
designó un presupuesto anual, pagaderos por mes desde el año 1884.
Por decreto del 3 de julio de 1885, el IV Concilio Provincial Quiteño convirtió
la construcción de la Basílica en compromiso religioso a nombre del país. Con
aprobación del Papa León XIII, se
comenzó la construcción del monumental edificio en 1887.
Durante algunos años, y
para proseguir con la construcción, se aceptaron donaciones de creyentes
quienes proporcionaron dinero, mano de obra o materiales de construcción a
cambio de grabar sus nombres en las piedras. En 1895,
el Estado implantó un impuesto por las compras de la sal para continuar con la
edificación.
El 10 de julio de 1892 se
puso la primera piedra. Desde 1892 a 1909 se
construyó la Capilla del Corazón de María. El gobierno de León
Febres Cordero fue uno de los que más fondos donó a la obra en
los últimos años.
Aunque aún faltan
detalles decorativos, se puede decir que la estructura, tal como la conocemos
hoy, fue terminada en el año 1924, cuando comenzaron a oficiarse las misas en
la nave central y a repicar las campanas de las torres. La Basílica fue
bendecida por el Papa Juan Pablo II el
30 de enero de 1985, aunque fue consagrada e inaugurada oficialmente el 12 de
julio de 1988.
Esta Basílica es la
obra más importante de la arquitectura neogótica ecuatoriana y una de
las más representativas del continente americano, siendo a su vez la más
grande en tierras del nuevo mundo.
Por su estructura y estilo, es comparada con dos de las grandes catedrales de todo el mundo: la Catedral de San Patricio (Nueva York) y la Catedral de Notre Dame (París).
Por su estructura y estilo, es comparada con dos de las grandes catedrales de todo el mundo: la Catedral de San Patricio (Nueva York) y la Catedral de Notre Dame (París).
La nave central tiene
140 metros de largo por 35 metros de ancho y 30 metros de altura; además de 74
metros de alto en el crucero. Las dos torres frontales tienen 115 metros de
altura cada una, detalle que convierte a la Basílica en la segunda estructura
religiosa más alta del continente americano, solo detrás de la Catedral de Maringá en
Brasil (124 m), además de la estructura más alta de la ciudad de Quito.
Una
característica importante de su fachada, son las gárgolas, mismas que son
los principales distintivos de la Basílica, pues mantienen una relación directa
con la época en que fueron concebidas.
Se encuentran en los laterales
superiores de la nave central, conformando un aporte inédito al estilo
neogótico por parte del Ecuador, ya que los animales que decoran este templo no
son sólo mitológicos (como los de los templos europeos), sino que son animales
endémicos y exóticos, representativos de la fauna ecuatoriana tales como
caimanes, tortugas de Galápagos, piqueros de patas azules, armadillos, monos
aulladores, pumas, entre otros.
Existen siete puertas
de acceso, tres en las fachadas y cuatro laterales. Una sólida cripta pública subterránea, con una
peculiar capilla de iguales características. También cuenta con un elegante y
austero panteón donde
descansan los restos de varios Jefes de Estado
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