sábado, 31 de octubre de 2020
-Difuntos: Guaguas y Colada morada
jueves, 29 de octubre de 2020
- Dia de difuntos: el Animero
martes, 20 de octubre de 2020
- En la Amazonia del Ecuador: Vicariato de Puyo
“Misión cumplida...!!! regresamos de Montalvo agradecidos con Dios y a
todos los que rezan por los misioneros, gracias por sus oraciones.
No se olviden del DOMUND, creamos conciencia misionera en nuestro
pueblo.
Bendiciones a todos. +Rafael Cob, Obispo del Vacariato de Puyo"
En la Web del Vicariato de Puyo, en este mes
de las misiones, hay esta foto de los seminaristas misioneros y dice: “Los seminaristas misioneros les
saluda en este día del #Domund2020
desde #Puyo. Ora
por ellos para que sean sacerdotes misioneros. .
El Obispo Rafael Cob hace un balance sobre los frutos del
sínodo: “Hace un año del inicio del SÍNODO AMAZÓNICO en ROMA, del 6 al 27 de
octubre del 2019. Una bendición de comunión y compromiso misionero.
Nuevos caminos de evangelización para la Iglesia y para una ecología
integral.
Demos gracias a Dios por este "Kairós de Dios" a la Iglesia. Cuidemos la
casa común y seamos misioneros de palabra y de obra.
Felicitaciones a nuestros obispos de los territorios de misión de nuestra Querida
Amazonía que participaron en este Sínodo, un regalo para el mundo.
Frutos florecidos del sínodo
"Aparte de los frutos que dio
el Sínodo en su celebración diremos que después de un año comienzan
a recogerse los primeros frutos. Se sembraron las semillas en el campo
abonado de la Iglesia. Y serán fecundadas por el Espíritu que guía e impulsa a
la Iglesia. Como primer fruto del Sínodo, tenemos la Exhortación postsinodal
Querida Amazonia, donde el Papa Francisco nos invita a soñar en este camino
iniciado por el Sínodo. Un documento que ilumina el hacer y el vivir de la
Iglesia en la Amazonia", explica Mons. Rafael Cob.
“Igualmente como
otro gran futo que estamos recogiendo a pesar de la pandemia, es el tener
nuevas estructuras eclesiales, como lo solicitaba el documento final.
Estructuras que respondan a los desafíos de la Iglesia en la Amazonia”. Así el día de san
Pedro y san Pablo, el 29 de junio, se aprobaron los estatutos de la Conferencia
Eclasial Amazónica, CEAMA, vinculada en su articulación al CELAM, pero con
autonomía propia en su desarrollo. Al respecto, el prelado consideró este
logro, "como un milagro, que en tan poco tiempo podamos contar con
frutos como estos, instrumento valiosísimo para la labor pastoral de la Iglesia
en este bioma amazónico", y expresó su esperanza que sigan floreciendo
más frutos de esas "semillas sembradas en el Sínodo
Amazónico".
El obispo del Vicariato de Puyo, recuerda que, junto con la preocupación
del cuidado de la casa común, no perdieron de vista la primera parte del título
de este Sínodo: “Nuevos caminos para la Iglesia”. Una realidad
incuestionable que interpela a nuestra Iglesia amazónica, dijo, y a todo el
mundo, por ello decimos con S. Pablo, “cuando un miembro del cuerpo
sufre, todo el cuerpo sufre con él”. La Amazonia manifestó con fuerza en
el aula sinodal el gran desafío. ¿Cómo evangelizar para que una comunidad
cristiana crezca y madure su fe, si no le es posible la celebración de la
eucaristía culmen y centro de la vida cristiana?”, porque, dijo, la
realidad de la inmensa selva en este bioma amazónico es diferente, y no cuenta
con sacerdotes que puedan celebrarla. Ciertamente que se puso de manifiesto que
hay que pasar de una Iglesia clerical a una iglesia más ministerial. Y de una
Iglesia de visita a una Iglesia de presencia. Basándonos en la vocación bautismal
de todo cristiano, así como el protagonismo evangelizador de la mujer en la
Iglesia. Debemos desarrollar más el compromiso de los laicos cristianos, dijo
el prelado.
CRÓNICA – Vicariato Apostólico de Puyo.- Como preparación de la fiesta misionera del Domund, el obispo de Puyo, Mons. Rafael Cob, sale a visitar las comunidades indígenas de Montalvo-Boveras en la cuenca del río Bobonaza.
El día de la Virgen del Pilar, 12 de octubre, nos encaminamos como valientes misioneros al interior de la selva , para llevar la fe como el apóstol Santiago junto al río Ebro, donde la Virgen del Pilar le dio ánimos para evangelizar España. A ella encomendamos nuestro viaje. Después de 6 meses de pandemia la evangelización no se detiene. Al obispo le acompañan las intrépidas misioneras Hna. Viqui y Hna Magdalena . Salíamos a las 7h30 de la mañana del aeropuerto de Shell, un día con cielo despejado, en un placido vuelo aterrizamos en Montalvo junto al batallón militar Capitán Chiriboga, vamos a saludar al Mayor del batallón y ofrecemos celebrar con ellos una eucaristía para el día siguiente, allí llegaron algunas canoas a esperarnos; con los catequistas, Aurea y Milton, cogeríamos la canoa río arriba hasta Boveras. Nuestro centro de operaciones, la casa de la Misión. Al llegar, vemos tuberías de agua rotas que hacen grandes charcos alrededor, la casa por dentro después de 6 meses sin visitar está para iniciar una gran limpieza y mantenimiento. Hicimos de fontaneros y barrenderos; el lunes la gente estuvo de minga en el puerto, que después de la crecida e inundación de meses atrás quedó muy deteriorado. Las hermanas comienzan a trapear la casa, manos a la obra hasta dejarlo todo listo. Igualmente preparan un rico almuerzo para después en la tarde salir río arriba hacia la comunidad de Morupichi donde nos espera el catequista Ananías con su gente para celebrar la eucaristía con varios bautismos. Nada mas llegar invitamos a la gente a confesarse, después de la eucaristía, bendición de plantas y el compadrazgo, todos quedaron muy contentos. Regresamos a la base en Bovera, ya en el camino río abajo nos cogió la noche, pero llegamos a puerto seguro para ir a cenar y descansar, recobrando fuerzas para el día siguiente. Jueves 15 de octubre – Sta. Teresa de Jesús. El jueves 15 no estaba programado un trabajo pastoral, ni habíamos dicho a nadie que es lo que pensábamos hacer, sino descansar ya que nos dijeron que el viernes seria el vuelo para salir a Puyo. Pero este día, Fiesta teresiana, en la mañana dedicamos en las primeras horas visitar la escuela de Boveras, y hacer de carpinteros clavando algunas tablas en las puertas de la capilla y el dispensario ya que tenían huecos como para entrar animales o niños. Después creíamos que podíamos hacer una visita paseo a Teresa Mama, por ser el día de la santa que lleva su nombre. Improvisamos el viaje poniéndonos en movimiento con Aurea que llego por casa. El obispo buscaría la canoa y el motor y ella al canoero que dirija la barca. Así que a las 11 de la mañana estábamos todos en el puerto listos para zarpar, llevaron la gasolina y el aceite para el motor; y Franklin sería el piloto, río arriba nos decía que tardaríamos 3 horas como mínimo para llegar a Teresa Mama, la comunidad más pequeña de la ribera, apenas llegaría a 5 familias, nos acordábamos que hay que hacer opción por las minorías, los olvidado y excluidos, y estos entraban en todas esas calificaciones. Durante el viaje en las dos primeras horas todo el tiempo muy bien pero en el últimos tramo empezó a llover y nos mojamos un rato, al llegar a Teresa Mama, que está situada en una loma alta era difícil el acceso resbaladizo por la lluvia caída. Al llegar era hora de almorzar, así que nos pusimos a comer en la primera casa que encontramos donde solo había unos niños y niñas, los papás no estaban, y mientras comíamos los atunes y granos que llevábamos, los niños fueron avisar a los otros que tendríamos la misa de Sta. Teresa en la capilla, una pequeña capilla bien cuidada a la punta de la pista de aterrizaje que en su día hicieron, y la escuelita en medio de la pista; nos dicen que son 12 niños en total en la escuela, y que el profesor no estaba. Después de comer llegamos a la capilla para iniciar la misa los niños son los primeros en llegar y después algunas mujeres con sus hijitos, varones mayores no vimos, solo un joven. Dimos la misa y pedimos a Sta. Teresa que cuidara estas pequeñas comunidades en su fe. Después de acordar que entraría el padre misionero en diciembre, emprendimos el regreso pues si nos quedábamos mas tiempo ,llegaríamos de noche a casa y no es conveniente viajar a esa hora. Queríamos también entrar a visitar una comunidad río abajo, pero muy cerca de Teresa Mama se llama Siguacocha. Es una comunidad con aproximadamente 20 familias o más, nos habían dicho que había evangélicos y católicos, por ello no se había entrado mucho allá aunque algunos subian a misa cuando el misionero llegaba a Teresa Mama. Les preguntábamos a los que estaban tomando chicha en la casa si deseaban que se les visite por parte de nuestros misioneros o tener una capilla en la comunidad, y si lo querían tendrían que solicitarlo por escrito al Obispo de Puyo, así como elegir a uno de la comunidad para encargarse de la coordinación como catequista, mientras los catequistas de Bovera pudieran ayudarles. Aprobaron la idea y quedaron que harían la solicitud para iniciar de forma regular las visitas a su comunidad. Nos despedimos y enseguida emprendemos el regreso, el piloto aceleraría el motor, pero la lluvia se hizo presente durante casi todo el camino y aunque llegamos en la mitad del tiempo que a la ida, llegamos mojaditos como sopa hasta los huesos .Esos son los gajes del oficio misionero arriesgando ante la lluvia y el sol. Llegamos al atardecer a casa para preparar la cena, finiquitar las actas de los libros de sacramentos y dejar todo listo para salir el día siguiente rumbo a Puyo. Agradecíamos a Dios ofreciendo el último sacrificio de nuestra jornada y dejando que la ropa se secara en la noche .