Los moradores de Cotocollao se sienten felices y orgullosos de este lugar. Un lugar mágico, lleno de historia y cultura ancestral. Así definen los moradores a la parroquia de Cotocollao. En sus calles, según Guadalupe Vallejo (vecina), aún se pueden escuchar las voces de aquellos indígenas que labraban la tierra hace cientos y cientos de años. Dice esto, porque asegura que Cotocollao fue el primer sito habitado en todo lo que es Quito. Y no exagera, pues de acuerdo a varios documentos este sitio se caracterizó por ser muy favorable para los primeros asentamientos humanos y para el desarrollo de la agricultura y la ganadería.
Esto gracias a su clima suave, temperaturas constantes, lluvias moderadas y suelos fértiles. Así como la presencia de dos lagunas que se secaron.
En este lugar se han encontrado fósiles humanos, instrumentos para la
labranza y vasijas de barro. Además, consta que los autóctonos de este lugar
fueron uno de los últimos pueblos vencidos por los españoles, cuenta
Vallejo. Sin lugar a dudas, la zona tiene mucha historia y tradicional.
Un templo parroquial del siglo XVI
La Iglesia de la Parroquia de Cotocollao es un templo patrimonial que data del siglo XVI. Recordar que Cotocollao fue fundado oficialmente en 1566.
La iglesia de Cotocollao está consagrada a la advocación de San
Juan Bautista; por su antigüedad y belleza, es uno de los grandes referentes históricos
importantes de la zona.
Los vecinos opinan de su barrio:
Gabriel Ayala, nacido en el lugar, recuerda que hace 76 años se seguían
elaborando objetos de barro, los mismo que hasta la actualidad se pueden
conseguir en varios locales de la calle 25 de Mayo. Y es que la consigna de
muchos, reitera Ayala, es que no dejamos que las tradiciones mueran, por eso
seguimos manteniendo algunas costumbres (como la alfarería, por ejemplo) de
nuestros antepasados.
Pese a ese esfuerzo, la zona sí ha cambiado. Pilar Molina, una de las moradoras más antiguas, cuenta que hace 65 años el sitio estaba rodeado por extensos bosques. Antes no existían más de cinco casitas, no habían calles y los caminos eran llenos de tierra.
Recuerdo que cuando llovía solía jugar con mis
amigas en el lodo que se hacía por las lluvias, dice Molina. Actualmente,
Cotocollao es reconocido como uno de los sectores más comerciales de la zona, lo
cuál ha provocado que sus habitantes se incrementen desde su fundación oficial
que fue en 1566.
Los datos de población: Tres en uno. Cotocollao es un barrio, un sector y una parroquia: El barrio tiene aproximadamente 53 000 habitantes y una superficie de 53 hectáreas. El sector. tiene unos 31.133 habitantes y tiene una superficie de 278 hectáreas. La parroquia está conformada por los barrios: Bellavista Alta, Quito Norte, Los Tulipanes, Tomás, San José de Jarrín, Loma Hermosa y 23 de Junio. Tiene 83 000 habitantes y una superficie de 933 hectáreas.
Historia de Cotocollao: se
trata de una cultura arqueológica muy antigua relacionada con un pueblo que habitó la hoya de Quito entre
los años 1.500 aC. y 500 dC., conocidos también como catacollaos.
Los
cotocollaos fueron agricultores experimentados en el cultivo de maíz, poroto,
quinua, papa y chochos. Además, recurrieron al algodón para fabricar sus
prendas de vestir. Su principal alimento fueron la carne de venado, conejo,
guanta, puma, lobo, cuy y tórtolas.
¿Que era el asentamiento poblacional de Cotocollao?
Es la denominada Fase o Cultura Cotocollao, sitio poblado entre los años 2000 aC. y 500 dC. Los
vestigios arqueológicos muestran que fueron casas asentadas sobre terrazas de
cangahua, en un área de 800 por 350 metros.
Los Yumbos de Cotocollao
¿Qué es la Yumbada de Cotocollao? La yumbada es una fiesta tradicional que junta la tradición católica del Corpus Christi y el solsticio de verano, que es cada 21 de junio. Los solsticios y equinoccios eran acontecimientos de gran relevancia para la cultura del pueblo Yumbo. Cotocollao es tierra de Yumbos, son “los dueños legítimos de esta tierra”. Y cada año bailan para dejarlo bien claro. Desde el viernes y todo el fin de semana, la danza de las montañas se hizo sentir en ese sector del norte de Quito, 60 danzantes fueron los encargados de mantener vivita la tradición de la Yumbada de Cotocollao.
La noche del viernes todo empezó con la denominada recogida. Desde las 20:00, un grupo se reunió en el hogar de la cabecilla, Fanny Morales, y luego pasaron por la casa de cada bailarín. A las 06:00 del sábado de junio, recibieron los primeros rayos del sol en la plaza de Cotocollao. El sábado, a las 10:00, ya estaban visitando al prioste mayor: la Administración Zonal La Delicia, Zapateando duro, duro, al ritmo de los tambores y los pingullos, los aucas, los monos, las yumbas y otros personajes se quedaron en el sitio hasta poco antes de las 12:00. Y para agarrar fuerzas para el baile, recibieron recipientes con mellocos, habas y queso.