Tal grandeza no se construyó de
la noche a la mañana, la estructura de esta mini-ciudad tardó casi 150 años en
levantarse (de 1534 a 1680). Fue fundada por el franciscano Jodoco Ricke y
durante una época, fue el hogar de 160 monjes. El complejo religioso de San
Francisco ocupa más de tres hectáreas, es el más grande de su tipo en América,
abarca una iglesia principal, dos capillas, un museo de arte, patios, huertas,
catacumbas y una antigua fábrica de cerveza.
El complejo religioso de San
Francisco está entreverado con la cultura de Quito. Es una iglesia, un museo,
un hogar y un monumento que merece ser explorado. El Convento-Iglesia de San Francisco se
levanta en medio del centro histórico de Quito, frente a la plaza del
mismo nombre. La estructura es el conjunto arquitectónico de mayor dimensión
dentro de los centros históricos de toda América, y por ello es conocido como "el Escorial del Nuevo
Mundo". San Francisco es considerada una joya de la arquitectura
continental por su mezcla de diferentes estilos, durante los 150 años de
construcción.
Sobre
sus tres hectáreas y media de superficie se han construido trece claustros (seis
de ellos de gran magnitud), tres templos, un gran Atrio, sumando
aproximadamente cuarenta mil metros cuadrados de edificación. Allí se
desarrollan múltiples actividades en la actualidad: las conventuales y
religiosas, de atención pública en las áreas de salud, de comunicación,
educativas y otras de corte popular que mantienen activo al edificio.
Dentro de la iglesia se encuentran más de
3.500 obras de arte colonial, de múltiples manifestaciones artísticas y
variadas técnicas, especialmente aquellas correspondientes a la Escuela Quiteña de
arte, que nació precisamente en este lugar. Posee también una biblioteca
franciscana, descrita en el siglo XVII como la mejor del Virreinato del Perú.
Al conjunto le precede una plaza homónima que durante años abasteció a la ciudad de agua de su fuente central, y que ha funcionado como mercado popular, como espacio de concentraciones militares y políticas, y como lugar de encuentro.
La escalera cóncavo-convexa que comunica
la plaza con el Atrio, que resalta la fachada manierista-barroca del templo
mayor, es considerada de gran importancia arquitectónica en América.
Historia
En el Quito prehispánico los actuales terrenos de la Iglesia y Convento de San Francisco fueron ocupados por el palacio real del Inca Huayna Cápac, ante el avance de los ejércitos comandados por los españoles desde el sur y la imposibilidad de defender la ciudad el general indígena Rumiñahui dispuso la destrucción total de la misma.
En el incendio de la ciudad el
palacio fue destruido y sepultado bajo una enorme cantidad de escombros y
basura. Uno de los soldados de Rumiñahui fue el bisabuelo del indígena Cantuña,
el cual como testigo ocular de los sucesos tenía pleno conocimiento de lo que
se hallaba enterrado en el lugar.
La construcción de la
iglesia y convento de San Francisco inició alrededor del año 1537, apenas tres
años después de la fundación española de la ciudad, con la terminación de un
templo provisional que se mantuvo hasta 1550, cuando se inició la construcción
del edificio actual y que fue culminado hacia 1680. Aunque el edificio fue
oficialmente inaugurado en el año 1705.
A partir del año 1895 y hasta 1960 se produce un nuevo uso de espacios al conjunto. Pese a que el Convento de San Francisco ha conservado casi inalterablemente su estructura física, en esta etapa ocurrieron cambios vinculados a la aplicación y uso de nuevas técnicas y materiales de construcción al momento de las intervenciones.
Debido a la modernización de
la infraestructura urbana de la ciudad, las instalaciones conventuales se
beneficiaron de los servicios de luz eléctrica, agua potable, alcantarillado y
teléfono.
Por otro
lado, con la instalación de nuevas dependencias (museo, imprenta, teatro,
radio, establecimiento privado de educación) se produjo una readecuación
funcional de su estructura espacial que, paulatinamente, se fue haciendo más
pública.
Museo de
arte religioso
El Museo está ubicado al interior del Convento Franciscano de Quito. En
éste lugar se expone una de las mejores colecciones de arte religioso de la
conocida época colonial.
Las obras van desde los siglos
XVII al XIX y pertenecen a la famosa Escuela Quiteña de Arte. Los artístas
expuestos en el Museo son Miguel de Santiago; Manuel Chili
"Caspicara"; Bernardo de Legarda; Bernardo Rodríguez; Manuel
Samaniego; entre otros.
El visitante puede ingresar a las 6 salas de
exhibición para luego terminar el recorrido visitando el Coro de la Iglesia,
lugar emblemático y místico de los franciscanos de Quito.
El Museo Franciscano "Fray
Pedro Gocial" es uno de los museos más lindos y preciosos que se conserva
al interior del Convento Máximo de Quito.
El conjunto arquitectónico del Convento de San Francisco de Quito constituye uno de los monumentos de mayor valor artístico y cultural de la América hispana, por su arquitectura y su deslumbrante belleza, que extasía con su encanto al alma artística quiteña.
La armonía de sus formas, la sutileza de sus movimientos, confirman su carácter hispánico; por su sincronía con el universo, por su sincretismo con la cosmovisión andina y por su irrenunciable ancestro indígena, se reconfirma su identidad barroca mestiza.
Al interior de éste marco de legado artístico funciona el Museo de arte religioso “Fray Pedro Gocial” que exhibe una de las colecciones más bellas y completas del Arte Quiteño de los siglos XVI XVII y XVIII, con piezas pictóricas y escultóricas que nos hablan de la genialidad, talento y fe católica de los habitantes de esta ciudad.
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