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sábado, 25 de septiembre de 2021

- Manta y sus playas

Manta, también conocida como la Puerta del Pacífico, se ha convertido en una de las ciudades destino para pasar unos días de vacaciones o para vivir. Los motivos son varios: desde su deliciosa oferta gastronómica, y fascinantes playas hasta la posibilidad de hacer negocios en varios sectores. 

Manta es el puerto marítimo más grande del Ecuador y uno de los destinos turísticos más populares del país. Sus extensas playas y su variedad de concursos deportivos han abierto las puertas a millas de viajeros alrededor del mundo.

La ciudad de Manta pertenece a la provincia de Manabí en la costa este central del Ecuador. ¡Es la segunda ciudad más grande después de Portoviejo!.

Ubicada a seis metros sobre el nivel del mar, Manta (también conocida como San Pablo de Manta) goza de un clima seco tropical e inmensas olas provenientes del Océano Pacífico. Por esta razón, es un destino popular para los deportes acuáticos. 

Manta cuenta con 12 playas ideales para la práctica de deportes náuticos como la tabla, el velero, el surf y la pesca deportiva. Estas playas son magníficas para que los turistas nacionales e internacionales se diviertan al son de las olas y la arena.

La tranquila playa de San Lorenzo, es la opción número uno para los turistas que buscan estar apartados de la ciudad. Además de ser una playa hermosa, durante los meses de junio y octubre, se puede observar a las ballenas jorobadas. 

¡Las ballenas llegan cada año a las cálidas aguas del Pacífico para aparearse y reproducirse! Definitivamente la playa de San Lorenzo es ideal para estar en contacto con la naturaleza.

Otra playa aclamada por los turistas es la playa urbana Los EsterosEsta playa de amplias extensiones de arena ofrece una privacidad única. Ideal para aquellos turistas que buscan un relax total Desde aquí podrás ver la entrada y salida de barcos al puerto de Manta. Manta es una ciudad puerto de la costa central de Ecuador.

Es conocida por la industria pesquera del atún. La popular playa Murciélago se encuentra en el extremo noroeste de la ciudad. Bares y restaurantes se agrupan a lo largo del paseo costero Malecón Escénico y las calles cercanas. La tranquila playa de Tarqui tiene un mercado de pescado junto al mar. Cerca está el Museo del Banco Central, que contiene reliquias precolombinas de tribus indígenas.

¡La vida nocturna en Manta es un festín culinario! En la ciudad existen varios restaurantes que ofrecen especialidades de alta cocina. Como el ceviche con maní; el viche de pescado, los corviches, las conchas, gato encerrado, los bolones de verde, empanadas de verde con queso, torrejillas de verde, camarones al ajillo, entre otras delicias. ¡No dejes de probar estos exquisitos platos típicos! 

La deliciosa Gastronomía de Manta

La principal industria en Manta es la pesca, haciendo de este un destino ideal para disfrutar de deliciosos mariscos.

El famoso "toque manabita" es lo que hace a la gastronomía de Manta única en el Ecuador. Sin duda, la gran ventaja del sabor manaba es su cercanía al mar, junto con la excelencia de sus productos y las manos expertas que lo preparan.

En el Malecón Escénico puedes encontrar una gran variedad de comida marina. El Malecón es una infraestructura con más de 20 locales de comidas típicas que pueden recibir ¡hasta 15 mil turistas por día! Aquí no solo vas a encontrar una variedad extensa de comida a un costo accesible, sino que también podrás disfrutar de espectáculos artísticos nacionales e internacionales.

Cultura Manta-Huancavilca

La cultura Manteño-Huancavilca es la última cultura precolombina en la región litoral, y fueron ellos quienes -desde sus poblados costaneros- contemplaron las extrañas naves o carabelas españolas que por primera vez surcaron las aguas ecuatoriales del Mar del Sur.

Aunque no ha sido posible establecer límites precisos o rígidos a los espacios territoriales ocupados por las diversas culturas del Ecuador aborigen, se ha podido establecer que la CulturaManteño-Huancavilca habitó los territorios comprendidos desde un poco más al norte de Bahía de Caráquez, hasta la isla Puná; y tierra adentro, incluyendo la cordillera costanera. Su cultura es conocida por las “Sillas U” de piedra tallada que se han encontrado en la zona.

La cronología determinada para esta cultura comprende un período de tiempo que se extiende desde el año 800 de nuestra era hasta el 1531, año en que Francisco Pizarro desembarcó en la desembocadura del río Santiago, en Esmeraldas.

Las características físicas de sus hombres debieron causar mucha impresión en los primeros españoles. Los cronistas como Zárate y Cieza de León relatan que se deformaban el cráneo y que se trasquilaban dejándose una corona a “manera de frailes” con cabellos solamente a los lados. Los Huancavilcas además tenían la costumbre de extraerse los dientes incisos: esto -según antiguas leyendas- debido a un castigo que les impuso Huayna-Cápac cuando intentó someterlos y estos se rebelaron.

Emilio Estrada distinguió dos zonas o regiones en la cultura Manteño-Huancavilca: Los Manteños o Paches del norte, en la región comprendida actualmente por las ciudades de Bahía, Manta y Portoviejo, hasta Salango; y los Manteños del sur oHuancavilcas, al norte del Golfo de Guayaquil, hasta Colonche.

En su organización social existían diferentes estados y rangos, lo que se manifiesta en el tamaño de sus casas y en la cantidad y calidad de sus adornos personales. Hubo entre ellos diversas ocupaciones, y existía un estricto respeto por el orden y la justicia.

Aspecto importante de la cultura  Manteño-Huancavilca constituye su gran desarrollo social y urbano. El arqueólogo Saville observó en 1906, al sur de Manta, una gran cantidad de montículos pequeños que correspondían al pueblo aborigen conocido como Jocay. Se cree que este poblado precolombino se extendía varios kilómetros por la orilla del océano Pacífico y conformaba, conjuntamente con otros, un gran centro poblacional de treinta mil habitantes.

Estas grandes concentraciones humanas vivían fundamentalmente de la agricultura y la especial capacidad de comercializar sus productos y artesanías a través de importantes organizaciones económica, como la famosa liga de mercaderes, ya sugerida hace muchos años por el distinguido arqueólogo ecuatoriano Don Jacinto Jijón y Caamaño.

Desarrollaron delicadas técnicas para el trabajo en oro y plata, y dedicaron gran parte de sus actividades a los aspectos religiosos, que los llevó inclusive a celebrar ritos con sacrificios humanos. Adoraban a la serpiente, el jaguar, el puma, al venado, a los lagartos y a la diosa Umiña, representada por una gran esmeralda.

Su alimentación se basó principalmente en el maíz, la yuca, los fréjoles, las patatas, el ají y diferentes géneros de hortalizas, y aunque no fueron un pueblo guerrero por excelencia, tampoco se dejaron dominar fácilmente por otros pueblos conquistadores.

Costumbres y tradiciones en Manta

El pueblo manta está lleno de tradiciones y costumbres, por lo tanto sus habitantes buscan resaltar sus cultura, sus tradiciones, su forma de convivencia y todo esto lo hacen a través del turismo comunitario, de esta forma exponen sus tradiciones, su platos típicos, artesanías, etc

El pueblo manteño se encuentra en un proceso de reconstitución, en medicina tradicional y rituales, con la finalidad de promover su identidad. Además, existen registros donde exponen propuestas para la protección del patrimonio de la cultura manteña.

Los lugares que se han protegido son: los cerros de jaboncillo, hojas, negritas, bravo y guayabal, debido a su gran variedad de fauna y flora y sus construcciones, que han servido para varios estudios arqueológicos.



 

 

 

sábado, 18 de septiembre de 2021

- Los Tsáchilas, pueblo indígena de Ecuador

Los Tsáchila, también llamados Colorados, son un pueblo indígena que habita en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas en Ecuador. Su idioma es el Tsáfiqui, de la familia lingüística barbacoana, que quiere decir "verdadera palabra". Suelen llamarse los “Colorados” debido a su forma de peinarse y teñirse el pelo con achiote. Ellos hablan tsafiqui, un idioma que está relacionado con los Awá y Chachi.

El nombre “Tsáchila” significa la “verdadera gente” y es el pueblo indígena mejor conocido en la región costera. Según un censo realizado en 2010, su población alcanzaba los 2.956 habitantes. La población tsáchila está agrupada en ocho comunidades: Cóngoma Grande (Santo Juan): Los Naranjos, El Búho de los Colorados, El Poste, Peripa, Chigüilpe, Otongo Mapalí y Filomena Aguavil (Tahuaza) en la zona rural del cantón Santo Domingo.

Los Tsáchila  viven en las tierras bajas tropicales del noroeste, donde, junto con el vecino Chachi, son el último grupo aborigen restante. Los Tsáchila están relacionados con los Chachi, aunque sus lenguas Chibchan son mutuamente ininteligibles. Los Tsáchila son pescadores y agricultores de tala y quema.



Cultura de los Tsáchilas

Un despliegue de cultura y tradiciones se vive todos los años en las siete comunidades tsáchilas. Tradición, danza, teatro música, vestimenta Tsachila en sus fiestas. Hoy en día se realizan presentaciones de danza, teatro, música y concursos autóctonos de la nacionalidad,



 existen también demostraciones de habilidades en caza y pesca; también siempre caracteriza esta comunidad por su tradicional vestimenta. Con música, danza, teatro, juegos ancestrales y rituales se celebra la fiesta Kasama, palabra en lengua tsáfiqui que significa ‘nuevo día o nuevo amanecer’.

Según explica Gumercindo Aguavil, gobernador tsáchila, esta celebración es una tradición ancestral que marca el inicio de un nuevo año para la nacionalidad. Además, es una oportunidad para que los integrantes de las comunas Chigüilpe, Otongo Mapalí, Peripa, Poste, Búa, Cóngoma y Naranjos se encuentren y revivan sus costumbres. Una de ellas es la degustación de la comida típica de la nacionalidad: pescado, plátano verde, mayón (gusano que nace en la palma africana) y chicha de caña de azúcar.



En la fiesta Kasama, hace alrededor de 500 años, los tsáchilas aprovechaban la celebración para pedir la mano de una mujer. Uno de los juegos más esperados por los antepasados eran las peleas. Se enfrentaban por familias. La ganadora conseguía el respeto de la nacionalidad. Una noche antes de la fiesta Kasama, los tsáchilas celebraban un ritual de purificación. En la mañana se bañaban en el río.



Indumentaria tradicional de los Tsáchilas

Los aborígenes se visten y se pintan el cuerpo y el cabello cuando hay reuniones importantes o deben representar a la nacionalidad en un evento.

La vestimenta típica de los tsáchilas se compone de la manpe tsanpa (falda tsáchila), un cinturón rojo, bufandas de colores en el cuello y una corona de algodón en la cabeza. Pero ese atuendo se ha ido modificando



Los hombres de este grupo étnico son fácilmente distinguibles por su indumentaria, especialmente en la forma de su peinado, éste consiste en rapar las zonas temporales de la cabeza y cortar el resto de sus cabellos de tal manera que su peinado toma la forma de un casco; utilizan grasas de animales y semillas del achiote para colorear este peinado .



En sus tradiciones cuentan que durante una época en que una epidemia de viruela diezmaba a la población de los Tsáchilas, un médico-brujo habló con espíritus para pedirles consejo sobre cómo curar a los enfermos de la epidemia; el espíritu los guió hasta un arbusto de achiote y los instigó a cubrir completamente su cuerpo con el jugo de la vainas del fruto. Ellos se consideran por siempre en deuda con el espíritu de esa planta por la protección contra la viruela que esta les brindó.

la alimentacion de los Tsachilas?

El plátano verde y maduro forma parte de la identidad gastronómica de los tsáchilas. Por eso, buscan difundir la importancia de este producto para la etnia. El desayuno y el almuerzo: los chinchulines con verde, las parrilladas con yuca y los maduros asados con queso rallado y sal prieta son el resultado de la mezcla cultural y la sazón de inmigrantes manabitas, lojanos, esmeraldeños, colombianos…

En el centro cultural Ka Ti Luli, ubicado en la comuna Chigüilpe, se muestra al visitante cómo se cosechaban los plátanos hace más de 100 años.

Los tsáchilas curan males con los sonidos de la naturaleza

Los instrumentos musicales son el guasá, la marimba, los silbatos. Con la unión de todos estos sonidos que evocan a la naturaleza comienzan los rituales de sanación en los que también se hace imposición de manos a los pacientes. Calazacón se encarga de la salud de los miembros de su comunidad, pero también atiende a quienes llegan para hacerse una terapia o a los turistas. Los chamanes tsáchilas ingieren nepi o ayahuasca antes de empezar los rituales de sanación, igual que lo hacen los miembros del pueblo Shuar.

Entre los tsáchilas, se encuentran afecciones como el susto o el espanto (wepana kika), el mal aire (seiton wuu kika) o el mal de ojo (kaka kika). “Son consideradas enfermedades de origen hispánico, cuyos remedios combinan técnicas populares como el uso de una cinta roja y andinas, aprendidas en la Sierra, juntamente con enfermedades comunes también en zonas selváticas, como el mal del arco iris (suyu kiyan)”.

En las ceremonias de curación, el chamán escoge lugares muy bellos de la naturaleza para llevar a sus pacientes.

La Provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas es una de las 24 provincias que conforman la República del Ecuador, situada al centro norte del país, en la zona conocida como Región Interandina o Sierra, en los flancos externos de la cordillera occidental de los Andes.

 

Su capital administrativa es la ciudad de Santo Domingo, la cual además es su urbe más grande y poblada. Limita al norte y este con Pichincha, al sureste con Cotopaxi, por el sur con Los Ríos, al oeste con Manabí, y al noroeste con Esmeraldas.

Situado en los flancos externos de la cordillera occidental de los Andes, la provincia tiene de superficie 3.857 km² a una altitud de 625 ms, se encuentra a 120 km, de distancia del mar. Limita al norte y al este con Pichincha, al noroeste con Esmeraldas, al oeste con Manabí, al sur con Los Ríos y al sureste con Cotopaxi. Zona noroccidental del Ecuador, es una de la zonas con mayor pluviosidad del país.

Tiene una gran riqueza hidrológica, existen cinco cuencas y microcuencas importantes: al este y noreste, el curso medio y bajo del Toachi, perteneciente a la cuenca del río Blanco; al sur, la subcuenca del Borbón, que pertenece a la gran cuenca del río Guayas y empata con el Babis (Niño Torres); al suroeste, la subcuenca del río Peripa; al noreste, la subcuenca

 del Quinindé que, al igual que la subcuenca del Blanco, al noroeste, pertenecen a la cuenca del río Esmeraldas. La ciudad se encuentra al final de la hoya del río Toachi, el mismo que se ubica al lado oriente de la urbe. Hay una elevación visible en el Cerro Bombolí.

Tuvo distintos períodos migratorios provenientes de la serranía como los caras y yumbos. En la época colonial esta zona estuvo jurídicamente a cargo de la Gobernación de Caráquez. El 6 de noviembre de 2007 se crea la vigésima tercera provincia del país, la Provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Esta región fue conocida a principios de la época colonial como "Provincia de Yumbos", y era habitada por los Niguas, los Yumbos y los Tsáchila. Sus territorios, inexplorados casi en su totalidad, En el siglo XVIII la zona entró en una etapa de reducción y repliegue de los habitantes nativos.

Según la historia oral tsachila, originalmente estaban emplazados en un asentamiento llamado Cocaniguas, pero fueron diezmados por una peste que según Paúl Rivet debió ser viruela, solo se salvaron dos familias las mismas que se dirigieron a Santo Domingo y a San Miguel. Según otras narraciones orales de los tsachilas afirman que cuando este grupo vino a la zona ya existían Santo Domingo otros asentamientos tsachila.

La población más importante de la zona es Santo Domingo de los Colorados y lleva ese nombre en conmemoración de este grupo étnico. La mayor parte de los ecuatorianos reconoce a los médicos-brujos de los Tsachilas como poseedores de hierbas medicinales.