La iglesia parroquial de El
Belén nació casi con la refundación
española de Quito, poco después de 1546.
--En la actual iglesia de El Belén se colocó un crucifijo labrado en madera por el conocido artista de la colonia: Caspicara. Hacia finales del siglo xvi se convierte en parroquia. En los años siguientes, debido a otra devoción, se llama Humilladero de la Vera Cruz. Hacia 1787, el presidente de la Real Audiencia, Villalengua y Marfil, queriendo conmemorar la primera misa que se celebró en Quito, la convierte en El Belén.
-La
capilla de El Belén tiene planta rectangular con muros de mediano aparejo,
siete vigas de madera labrada, cúpula trapezoidal y una serie de incrustaciones
de madera tallada y dorada entre los muros que sirven de plafones. Su
apariencia exterior es muy sencilla y su retablo es su más preciado
tesoro. Tiene un altar con antipendium de madera en el que se representa la
Coronación de la Virgen en un medallón ovalado y adornos lineales como su
moldura, sostenido por dos ángeles. A los lados de esta tabla se encuentran dos
columnas decoradas con ángeles y hojas de espino.
-En su
interior se exalta la devoción al Señor de los Remedios y en su altar mayor se
encuentra como imagen central el Crucifijo, incluido en el grupo escultórico
del Calvario, que se cree realizó el famoso imaginero Caspicara.
-Fue
justo el lugar donde los conquistadores españoles oyeron la primera misa con
motivo de la fundación de Quito,
allí se levantó una capilla conocida con el nombre de Veracruz.
-“También
se le llama la ‘Iglesia o Capilla
del Humilladero’, porque la gente venía a humillarse ante Dios, es un
lugar muy simbólico para
los quiteños, tradicionalmente era un lugar de penitencia y recogimiento,
porque se encontraba en la salida norte de la ciudad, un lugar apartado del
bullicio y del pecado de la ciudad”, añade el Padre Serrano. Ubica en la calle
Sodiro, entre Felipe Borja y 6 de diciembre, en el costado norte del parque La
Alameda.
La fachada es muy sencilla. Bajo el
marco formado por un frontón apoyado en dos pilastras de fuste hundido con una
semicolumna en la ranura, se halla un arco moldurado en su trasdós y apeado
sobre la imposta de unas jambas, decorado por una cruz central y las albanegas,
con serpeantes de flores.
Sobre esta puerta corre una azotea con
pretil de balaustres que une a dos torrecillas de sencilla forma cubierta de
remate piramidal agudo forrado de azulejos, apeado sobre una cornisa con
modillones. Entre las dos torres, una ventana central que se destaca bajo el
vértice del ángulo que marca el techo a dos vertientes con que se halla
cubierta la iglesia.
La casa parroquial aún conserva su carácter pueblerino a pesar de que el solemne portalón de entrada de arco semicircular, coronado de una pirámide y flanqueado por otras dos iguales, apeado sobre dos pies derechos, ha sido cegado en parte y sustituido por una puerta insignificante aprovechada de modo provisional.
Estructura
de la iglesia
-Este
templo en sí es muy especial. Parece que estuviera enclaustrada entre dos
muros, casi como si la hubieran colocado a presión. Es de formas sencillas,
pero agradables a la vista. Su fachada de impoluto blanco llama soberanamente
la atención en un contexto de piedra gris. Tiene un techo en forma de V
invertida, además de dos torreones que flanquean la entrada. La puerta es de un
arco de medio punto al que se llega luego de ascender dos grupos de escaleras.
Esta
iglesia -que está en el sector sur del Parque de la Alameda, centro de Quito-
está muy cerca del hospital Eugenio Espejo y de la Maternidad Isidro Ayora, y
es tradición que los parientes y amigos del enfermo acudan a este lugar, a la
Capilla del Consuelo a eso mismo, a pedir consuelo por el afligido.
“Aquí
vienen muchas personas a encomendarse al Señor de los Remedios,
para pedir por la salud de los seres queridos, llega mucha gente de fuera de
Quito que busca esa ayuda espiritual de
Dios. Es por eso que la Capilla del Señor de los Remedios es
la más demandada, porque cuentan que tiene el poder de dar milagros”, explica
el Padre Froilán Serrano, responsable de la iglesia del Belén.
-Cuando hay misa, numerosos vendedores acuden a sus escaleras a expender sus
productos y se construye una estampa que evoca a un Quito lejano que se disipa
en el pasado. Algunos ofrecen sahumerio, otros inciensos, estampas de la
Virgen, también algunos piden una ayuda económica.
Elementos
Artísticos
-En el
retablo mayor aparecen esculturas del calvario de Cristo de
gran dramatismo. El retablo es su más preciado tesoro. Data del siglo XVIII.
Tiene un altar de madera en
el que se representa la Coronación de la Virgen en un medallón
ovalado sostenido por dos ángeles. Arriba del altar de El Belén se exhibe un
sagrario de plata del siglo XVIII, con un abanico como cola de pavo real,
finamente estilizada. En la parte superior aparece una imagen del Cristo
Crucificado junto a la Virgen María que acude a su auxilio.
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