La minga indígena, una actividad ancestral que une a las familias
Minga significa trabajo
colectivo y desde su aparición, unos 1.500 años aC, es una forma de
comunicación que crea lazos entre los miembros de una comunidad. La minga es una manifestación de origen andino y
que se practica especialmente en el seno de los pueblos indígenas de Ecuador.
La minga
(minka en kichwa) es una antigua tradición de trabajo comunitario o colectivo
con fines de utilidad social. La minga
es una filosofía de vida de las comunidades que ha permitido dar continuidad a
las diferentes formas de expresión cultural, afirma Ariruma Kowii, director del
área de Letras de la Universidad Andina Simón Bolívar. Veamos algunos ejemplos,
a modo de testimonio sobre la minga:
1-Angahuana.Testimonio de una minga:
Los
moradores de la comunidad de Angahuana -es un pueblo indígena
que se encuentra ubicado en la sierra central del Ecuador,
pertenecientes a los pueblos Kichwas, al Sur-Oeste de la provincia de Tungurahua, cantón Ambato,
parroquia Santa Rosa.Situado en el
Km 7 vía Ambato–Tisaleo. Su idioma oficial es
el Kichwa, mantienen su vestimenta, fiestas y
tradiciones así como el uso de instrumentos musicales propios- hoy buscan sus herramientas, pues es día de minga y
nadie puede faltar.
Carmen
Iza, moradora de este sitio, desde tempranas horas de la mañana con mucha prisa
da de comer a sus animales y arregla su casa, puesto que la convocatoria es masiva
a través de los parlantes, por los cuales se llama para la actividad que se va
a realizar. Con mucho cuidado envuelve su tonga en una chalina y presurosa sale
de su vivienda rumbo al punto de concentración.
Cientos
de comuneros llegan al sitio todos con sus atuendos típicos y listos para el
trabajo, mientras que los directivos organizan la jornada. De acuerdo con
Carmen, en la comunidad todos acuden al llamado sin distinción de edad o sexo
para participar en el trabajo comunitario.
2-En una minga del agua. Video
de John Valverde (joven del cantón Cotopaxi que graba en video las costumbres
de su tierra)
“Así es una minga en el páramo”: https://www.youtube.com/watch?
3-Roldós.
Minga en los barrios de Quito
“Dejamos
el trabajo cotidiano para dar valor a nuestras costumbres y ayudarnos entre
vecinos, sobre todo cuando se trata de un beneficio que es para todos”,
asegura.
Con gotas de sudor en la
frente, una pala, un azadón o un pico entre las manos, y cubiertos de tierra,
más de 900 vecinos de la Roldós, en el noroccidente de Quito, hacen de la minga
comunitaria una fiesta cada 15 días. Desde hace cuatro meses, la comunidad
empezó a convertir terrenos baldíos, copados de matorrales y basura, en dos
parques con canchas, juegos infantiles y zonas de recreación.
La obra tiene un 70% de avance; un ‘cambio extremo’ que gracias a las manos de niños, adultos mayores, hombres y mujeres, es posible. Ariruma Kowii, catedrático y coordinador de la Universidad Andina, explica que la minga consolida el concepto de identidad y de vecindad, mejora la comunicación entre la gente, aumenta la solidaridad, incrementa la seguridad y ahorra gastos.
El Estado Inca, que había
conquistado el territorio quitu, la aplicaba para construir caminos y grandes
obras. Daba a las comunidades tierra y a cambio recibía mano de obra. Había
reciprocidad, añade. Según la Secretaría de Coordinación Territorial y
Participación Ciudadana, entre el 1 de enero y el 18 de noviembre, 275 barrios
de Quito han efectuado mingas.
En la Roldós, la actividad
también es más que una necesidad para vivir mejor. “Es una forma de reforzar la
identidad colectiva y la convivencia entre vecinos”, afirma Leonardo Cuestas,
presidente de la Cooperativa Jaime Roldós Aguilera, y lo demuestra con las
fotos que sostiene en su mano. En ellas aparecen Carlos mientras levanta una
carretilla, María cuando empuja el pico junto a cuatro mujeres que ríen y Ana que
sostiene una escoba frente a dos niños que ayudan con la pala. Leonardo Cuestas
muestra las imágenes sin abandonar la sonrisa que revela su orgullo. “Para
nosotros la minga no es una obligación, es un compromiso. Es la única forma de
garantizar a nuestros hijos un mejor lugar para vivir”, dice y Ramón
Pinoargote, gerente de la cooperativa, y Mirian Suntaxi, líder de la comunidad,
asienten, mientras caminan hacia uno de los espacios verdes que construyen. La
Roldós no es el único barrio que le apuesta a meter mano a la tierra. Los
vecinos de la Urbanización San Gregorio de Pomasqui reforestaron sus áreas
verdes. Los moradores de Generación de Barrios de Cotocollao Alto abrieron
cunetas y adecentaron las vías. En San José de Jarrín los habitantes pintaron
el parque y sembraron flores. En Puertas del Sol, se construye una zona de
recreación sobre el relleno de una escombrera. Kowii asegura que en el pasado
era posible diferenciar dos tipos de minga: la pública y la privada.
En la pública, todos los
vecinos participaban para abrir un camino, arreglar un espacio verde, limpiar
la zona, etc. La minga privada, en cambio, se efectuaba, especialmente, para
construir o ampliar viviendas, sobre todo cuando una persona contraía
matrimonio. “En ese tipo de minga se evidenciaba el principio de ‘ranty ranty’
o de reciprocidad. Es decir, si una persona recibía la ayuda de un vecino,
quedaba comprometida a colaborar cuando el vecino lo necesitaba”, asegura
Kowii.
En el caso de la Roldós el compromiso es general. Mientras Cuestas, Pinoargote y Suntaxi recorren uno de los parques, entre las manzanas 14 y 16, recuerdan que la organización fue difícil, pero todos participaron. En el barrio hay ‘jóvenes’, de 70 años, que con pico en mano aflojaron la tierra, y ‘arquitectos’, de apenas 6 años, que con pinturas diseñaron el parque. “Yo me encargué de coordinar las ideas de los pequeños. Los niños presentaron un dibujo de cómo querían el espacio y todos fueron tomados en cuenta. Este parque lo imaginaron nuestros niños”. Geovanny Pucha, jefe ambiental de la Administración La Delicia, sostiene que actualmente los barrios periféricos son los que más apoyan en el trabajo comunitario. “El 90% de los barrios alejados se compromete y nosotros los ayudamos. En la zona urbana el apoyo es reducido”. Él asegura que con la minga la gente se apropia de su territorio y que esa apropiación genera en la población un espíritu de pertenencia y solo entonces se comienza a cuidar y a trabajar por él. “Este es nuestro parque. Nosotros lo estamos construyendo y lo mantendremos”, dice Cuestas y se acomoda los cabellos con sus manos ampolladas por el trabajo en la minga de la semana pasada. En los setenta, el Municipio inauguró la Minga de la Quiteñidad, rememora el Cronista de la Ciudad. Esta buscaba que las personas se identificaran con la urbe en la Fiestas de Quito.
4-Minga, ahorro y colaboración
Mientras indica a la gente qué es lo que se tiene que hacer en la minga, Julio Bravo asegura que entre el pueblo Tomabela se mantiene el trabajo en minga para construir y conseguir obras que los beneficien y que, además, les permiten ahorrar tiempo y dinero.
“En esta ocasión estamos limpiando la vía principal para que los buses que dan servicio a la comunidad puedan acceder a la misma, puesto que la vía quedó destruida luego de las labores de alcantarillado, manifiesta. Y gracias al trabajo de toda la comunidad, con la minga se han podido conseguir grandes obras. “El mismo sistema de alcantarillado fue hecho a través de esta modalidad, ya que la gente puso la mano de obra y la comida, mientras que las instituciones apoyaron con la maquinaria, los materiales, y más. Eso es labor en minga”.
El trabajo estuvo
planificado para todo el día; sin embargo, la energía y el esfuerzo entregado
por cada comunero hizo que al medio día se tenga avanzado el 70%.
Entre risas, bromas y ‘vaciles’, la minga es una oportunidad para encontrarse
con los vecinos, los amigos y los familiares. Con un azadón pequeño acorde a su
edad, María, de 7 años, pone su mano también. “Tenemos que ayudarnos entre
nosotros para poder salir adelante”, manifiesta María Bravo, madre de la niña,
quien dijo que desde pequeños se les enseña a colaborar en los trabajos
comunitarios.
La minga es una filosofía de vida de las comunidades que ha permitido dar continuidad a las diferentes formas de expresión cultural, expresa Ariruma Kowii, director del área de Letras de la universidad Andina Simón Bolívar.
“En una minga, dice, se dinamiza mucho la lengua, la gastronomía y las relaciones interpersonales. Durante el trabajo físico se conversa y se conoce a las personas durante la repartición de la chicha, una bebida elaborada con productos ligados a símbolos y herencias culturales. Se intercambia ideas y se hace amistades a la hora de servir la ‘pambamesa’, un banquete de habas, mellocos, maíz, papas cocidas, carnes… que se extiende sobre grandes telas blancas para que todos los mingueros se alimenten. Es decir, esta actividad fomenta mucho la comunicación, fortalece las relaciones interpersonales y consolida los niveles de relación que existen dentro de la comunidad”.
6-Algunos
comentarios al video de John Valverde (numero 2):
1- Es digno de admirar esas mingas por las personas
que se sacrifican; felicitaciones y mis respetos!!
2- Quizás
un ejemplo de personas que son bien unidos cuando se trata de el bien común
para todos que hermosos campos los de mi país. Gracias John, buen video
3- Gente humilde y sencilla, esforzándose tanto y
compartiendo una comida tan sabrosa después de un merecido descanso. Dios te
bendiga John y a tu gente también.
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