Milagro
de la Dolorosa: El día que la Virgen abrió y cerró los ojos en Ecuador
Este 20
de abril se cumple un nuevo aniversario (117 años) de un hecho que le cambió la
vida a estudiantes y profesores de un colegio jesuita de Quito
Era la noche del 20 de abril de
1906. Eran 36 de estudiantes (entre 10 y 17 años) del Colegio San Gabriel de Quito (Ecuador)
que se preparaba para cenar tuvo una experiencia que les cambiaría la vida para
siempre y que sería recordada a lo largo de los años.
Es que uno de los estudiantes,
identificado como Carlos Herrmann,
notó que el cuadro de la Virgen
de los Dolores, que colgaba en la pared del comedor, empezó de manera
extraordinaria a mover los párpados, a abrir y cerrar los ojos.
Lo primero que hizo, además de
quedar conmovido, fue creer que se trataba de una impresión suya.
Inmediatamente, empezó a cubrirse los ojos con las manos. Sin embargo,
rápidamente le dijo a Jaime Chávez, uno de sus compañeros: «Ve a la Virgen». Jaime
miró la imagen y también fue testigo del prodigio.
«El
milagro de la Virgen Dolorosa»
Como no podía ser de otra manera,
el hecho comenzó a difundirse entre los presentes, quienes tuvieron diversas
reacciones. Pero uno de ellos logró comunicarle lo sucedido al padre Andrés Roesh, prefecto del colegio
jesuita, y al inspector Luis Alberdi.
A partir de lo
acontecido y lo relatado, el prodigio –que duró unos 15 minutos- llegó a
manos de las autoridades eclesiásticas de la época. El 21 de abril empezó a
correr en Quito el rumor del extraño acontecimiento. La suprema autoridad
eclesiástica de entonces, monseñor Ulpiano López Quiñónez, vicario capitular,
ordenó “que se cubra dicha imagen y
nada se publique por la prensa ni en el púlpito relativo a ese
acontecimiento, mientras no se decida sobre su valor y autenticidad”.
Los peritos José María Troya, profesor de Física; Carlos Caldas, profesor de Química de la Universidad Central; José Lasso, fotógrafo, y Antonio Salguero, pintor, concluyeron que el hecho no pudo darse por el efecto de la luz o por las condiciones en las que estaba ubicado el cuadro, pues el movimiento de los párpados se repitió varias veces. La imagen fue calificada por este grupo como perfecta. También un grupo de médicos analizó a cada uno de los testigos y concluyó que el hecho no fue efecto de una ilusión sensorial.
Y luego de un proceso de investigación y
análisis que no se trató de un efecto de ilusión sensorial y fue considerado
como «materialmente cierto».
Gracias a todo esto, lo
acontecido en este colegio jesuita de Ecuador empezó a generar gran devoción y
comenzó a conocerse con como «concluyeron
que el milagro de la Virgen Dolorosa es verdadero».
En 1956 el sacerdote
salesiano Pío XII concedió la coronación canónica de la Dolorosa del Colegio
San Gabriel, declarándola Reina de la Educación Católica en el Ecuador.
El Papa
gran devoto de la Dolorosa
Durante su visita a Ecuador en
2015 el papa Francisco pudo hacer efectivo uno de sus grandes deseos: rezar
ante la imagen de la Virgen de la Dolorosa y entregarle un ramo de flores.
Es que como jesuita, el Papa
conocía muy bien esta imagen y hasta se hizo pública su ferviente devoción, que
data desde que era novicio.
En ese sentido, el embajador de
Ecuador ante la Santa Sede en aquel tiempo, Luis Latorre Tapia, había contado a Aleteia acerca del vínculo
entre el Papa y la Virgen de la Dolorosa: «Embajador, le cuento que yo soy muy devoto
de la Dolorosa, le rezo todos los días y tengo la imagen de la Dolorosa en mis
efectos personales», contó el embajador que le dijo el Papa. la respuesta del Papa es la revelación
de su devoción a la Madre de Dios
protectora de la educación. De hecho, la Virgen es venerada por Bergoglio desde que era un maestrillo o
novicio jesuita. Es una imagen amada por los maestros, los estudiantes y los
integrantes de los colegios confiados a la Compañía de Jesús.
117 años
del prodigio
Este 20
de abril se cumplen 117 años de aquel prodigio y se da en un contexto de suma
violencia en Ecuador, donde la lucha contra el crimen organizado se transforma
en titular cotidiano.
Hoy más
que nunca vale la pena seguir recordando esta devoción y pedirle una vez
más a la Virgen Dolorosa que abra los ojos, que
llene de ánimo a los fieles en este tiempo tan especial cargado de
incoherencias, guerra y violencia.